Es una variedad muy extendida en los últimos años por su fácil mecanización. Sus frutos son muy característicos al ser muy pequeños, con forma redondeada y apareciendo normalmente agrupados en forma de racimos. Su rendimiento graso es medio, aunque es muy constante a nivel productivo.

Predominantemente cultivada en la zona central de la Península, se caracteriza por su gran adaptación a terrenos calizos y condiciones climatológicas adversas. Su resistencia al desprendimiento es alta, dificultando la mecanización. La vecería (alternancia de cosechas abundantes con otras de poca o nada) es notable pero en contraposición, su rendimiento graso es elevado.

Cultivada fundamentalmente en las provincias de Córdoba y Málaga, puede ser utilizada bien para aceituna de mesa, o para elaborar aceite. Sin lugar a dudas es la mejor adaptada a los terrenos calizos y a la sequía, aunque es muy vecera.

Muy habitual en olivares de sierra de la provincia de Córdoba, alternando a veces con Hojiblanca. Presenta gran rusticidad y vigor elevado. Su producción es alta aunque es también vecera. Su resistencia al desprendimiento y sensibilidad a tuberculosis hacen que sea una variedad no muy extendida.